sábado, 23 de marzo de 2024

Juanico y los plapla

Había transcurrido demasiado tiempo, el cuaderno no había vuelto a abrirse, Juanicó ya se había convertido en un hombre adulto, unos niños preciosos jugaban en el patio de su casa,.
El los miraba desde la ventana, mientras su melancolía se adueñaba de los primeros momento de aquella tarde invernal. 
Nunca ,después de aquel episodio con sus compañeritos y maestra de la primaria ,trato de abrir el cuaderno. Lo guardaba con riguroso cuidado, a dónde viajaba ,iba con el. 
Solo que aquella tarde decidió , al fin con  el temor que guardaba de su infancia , abrir el cuaderno de hojas amarillentas y con ese olor característico al haber estado guardado tantos años.
Estaba envuelto con un una tela estampada, la recordaba muy bien, era un viejo pañuelo de su madre.
—No te preocupes Juanicó, tu cuaderno estará a resguardo dentro de mi pañuelo-eran las palabras que resonaban en voz de su madre-
Añoraba las palabras consoladoras de Mara, cuando aquel día fatídico todos se burlaban de él . 
Su ansiedad era incontenible, angustiado, se pregúntaba de siempre ¿ Sería real aquello que guardaba en su memoria?¿Sería producto de su imaginación?
La duda lo invadía a pesar de todo.
La algarabía de los niños llegaba desde el patio . Sorprendido ante un sonido estrepitoso ,giro sobre sus pies y se encontró con Tomy,el más pequeño de sus hijos.
—¿Qué haces papito? Pregunto entre risas y todo embarrado. ¿Que es eso que tenés ahí? Mientras decía todo esto, arrebato de lasa OS de su padre ,el viejo envoltorio de tela .
Y el cuaderno cayó al suelo abruptamente. Se abrieron sus hojas. 
En la desesperación ,no supo si retar al niño o bien llorar, se derrumbó al suelo tratando afanosamente de cerrar aquel cuaderno , cuando estaba en ese proceso se escuchó una voz estridente.
—¿Juanico ¿¿Juanico? 
Su estupor fue único, recordaba aquella voz que venía de las hojas,  pasaron por su mente todas las situaciones que lo habían hecho un niño inseguro y triste ya que nadie creía en él . Le había costado ,salir adelante y tomar aquellos hechos como naturales y había preferido pensar que era un sueño o una pesadilla .
—¿Quién habla papá ?¿Quién habla?- repetía Tomás.
— ¡No! , ¡Nada, nada ¡  Decía intranquilo , con mucho nerviosismo. – cómo iba a explicar esto a su hijo, si no el sabía de qué se trataba-
—¡Juanico ¡ Cuánto te extrañe,- repetía PlapLa –
Tanto tiempo había transcurrido , más de treinta años y aún estaba allí y ahora no solo lo oía el ,sino que también Tomás. 
—PlapLa es una letra con vida propia ,decía en medio de su tartamudeo.
—A ver , a ver, repetía sin cesar Tomy. Muy entusiasta.
Cuando se encontraron de frente con PlaPla hubo un impacto visual entre ambos. 
PlapLa iba y venía de garabato en garabato ,Para Tomas esto era realmente asombroso…bailaban y cantaban.
PlapLa por un momento  sé olvidó de Juan que los miraba azorado. 

Al final ambos habían podido reencontrarse y seguir creyendo en las fantasías y la creatividad y esperanzas de aquel niño que había dejado se ser, junto a este pequeño que viviría su infancia feliz, cómo la hubiera vivido él. 

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