La tierra nos precedía,
de una costilla del hombre
Dios creó nuestra génesis,
Mujer.
De su hermana la luna,
mareas y plantas recibieron su influencia,
más nos llevó tiempo comprender.
Muchos milenios transcurrieron,
hasta que pudimos aprender.
Montañas , ríos y planicies convergieron
y un manto vegetal surgió junto a ellos.
Hábiles nuestras manos
se mezclaron e hicieron barro.
En el cuarto menguante sembramos sueños,
esperando con ansias su crecimiento,
eliminamos malas hierbas.
De un cuarto creciente
germinaron las semillas que luego florecieron.
Nuestras manos fueron las que de Dios heredamos,
afán de seres que trazaron su vida,
bajo las vías del tren fuimos construyendo destinos y pueblos en el camino.
En menguante , guardamos los sentimientos,
nuestro vuelo, la raíz quedó suspendida en el letargo.
Llena cae sobre las aguas de los mares,
olas que se renuevan,
Intentando crear nuevos comienzos.
Se Desvelan las mentes,
La humanidad laboriosa es parte del proceso,
fases de la luna en juego.
Lilian Costantino
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