Pétalos rojos,
pétalos blancos cayeron a mis pies,
mi pureza se esfumó aquel día.
Tu perversidad no tuvo limites,
me laceraste con tus garras,
me dejaste marcas,
marcas que nadie pudo ver,
solo era yo gritando en el silencio mi niñez perdida.
Yo la que lloraba mis pétalos rojos,
pétalos blancos mancillados,
y convertidos en lágrimas de sangre
que rodaban entre mis piernas.
Era yo con mi alma ultrajada en las sombras,
ni pétalos rojos,
ni pétalos blancos
solo yo toda rota.
la culpa gobernó mis horas
ya ha pasado tiempo, lo sé.
Ahora solo veo cicatrices,
ya no tienes poder sobre mí.
Pero vos… sí, vos madre,
vos la que sabias de mi ahogado desgarro,
que sabias de mis lágrimas silenciosas,
de mi coraje, de mis rebeldías y las huidas de mi misma,
¿Qué hiciste?
¡Nada!!
solo me ignorabas,
temías que yo
hablara,
solo pensabas en ti misma,
en lo que los demás te dirían.
Yo que te idolatraba,
que de ti me sostenía,
quede como barco a la deriva,
sola,
escapando de los monstruos de la noche,
mientras sentía tu mirada ciega sobre mí,
e intentaba justificarte.
¿Sabes? Al final Descubrí que tus secretos,
se parecían a mis
verdades,
y nos volvimos cómplices de lo mismo,
Pero tranquila, descansa en la paz tu tumba,
Yo ya ni temo,
ni lloro,
Mis rosas rojas y rosas blancas han florecido,
Ya no tiñen la tierra con sus lágrimas escarlatas,
son guerreras,
verdes como la esperanza.
AUTOR: Lilian R. Costantino.
NEUQUEN ARGENTINA
DERECHOS DE AUTOR
Qué bello, le pones arte a todo tu decir.
ResponderEliminarSegui publicando, tus poemas dan esperanza
muchas gracias
EliminarArmosooo
ResponderEliminarArmosooo
ResponderEliminargracias Walter
EliminarHermoso poema, querida Lilian. Perfuma con tus pétalos rojos y blancos, el corazón de la Madre ausente, que te bendice desde el Cielo. Ella, hará florecer tu primavera de versos.
ResponderEliminarGracias querida amiga..
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