Un tenue haz de luz, entra por la pequeña ventana del viejo desván, allí donde habitan los recuerdos, el polvo se acumula vertiginoso sobre los desgastados muebles, el silencio pétreo, inmutable...y el resplandor que cae suave sobre la tecla "A" y "M" de la pequeña Olivetti, máquina de escribir de mi abuelo.
Quise imprimir con esas teclas los versos más cálidos , y dormitar en ellos.
Quise escribir de amor,sobre un lienzo beige que caía por la puerta entreabierta del destartalado ropero...solo que al tomar la tela,comprendí que sobre ese vestido ,habían llorado madreselvas....
Mire entre los papeles que estaban dentro del cajón del escritorio ,el que sostenía esa maravillosa reliquia, garabatos aparecieron frente a mi, escritos por alguien llamado Pablo, allí los dejé temiendo descubrir algún secreto ...
De repente vinieron ante mi, sus charlas ,risas, bailes,y musas, un arrebato de emoción se colgó de mis ojos,y extrañé sus ojos mirándome...
Colgados de la vieja percha de madera....ecos que me decían, aquí estoy, aquí estoy para abrazarte...
Volví la mirada hacia la quejosa máquina de escribir, me sorprendí , las teclas deletreaban solas una historia ,amor y sombras,blancos y negros, de sueños y desvelos...
Y..supe que allí estaban todos mis anhelos, mis claros y mis oscuros...y este universo que habito .
Gire sobre mis pasos, las teclas seguían escuchándose, al ritmo de esa melodía inconfundible, cerré el cajón, la puerta del ropero...caí al suelo, en un golpe seco, el olor a barniz cubrió mis sentidos,quedé allí, tiesa, sin poder gritar o mover mis dedos...algo tibio cubrió mi rostro,no podía verlo, se desvaneció ante mis ojos... lejos, cada vez màs lejos, màs pequeño....
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